miércoles, 9 de diciembre de 2009

[René Magritte, Los amantes, 1928]

—Porque para verme sólo tengo que mirarte; y entre mezclas de un ensueño, te imagino, te dibujo en mi mente y hasta verte, esa visión me acompaña. Claramente se apodera de todo lo real; ­­mientras más alucino, más me pierdo en donde te creo, en donde te siento. Y es cuando te veo, que vuelvo a bajar para que toda esa ilusión me abrace de un momento a otro; nos abracemos y simplemente sin mucho que decir, ambos entendemos que uno es sin necesidad del otro. Pero que juntos somos otro, otro mundo, una bifurcación del conjunto de ambos.


Cintia V. Rifici© 04/12/09

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