Vertido
en la nada de tus abismos;
Te
doblegaste por tu “intimo” infierno,
Pretendiendo
así…
que
podías sentir.
Más
eres fiel reflejo,
de
tu agónica sombra;
Que
vas cosechando
Con
cada temor,
—que
guardas celosamente—
Y
que hoy no son más que
susurros
en tus oídos.
Más
te pierdes ínfimamente;
en
ocasos descoloridos,
del
que sólo saldrás…
Conjurando
y encarcelando,
aquellos
desasosiegos que hoy
Son
todos tus muertos.
18/09/09
Cintia V. Rifici ©
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