viernes, 12 de junio de 2015

Un viejo y nuevo amor

René Magritte-los amantes (otra versión) 1928



Y mira cómo se fueron dando las cosas que
ya la vida urdía minuciosamente para desencontrarnos, 
para que así,
perdiéndonos nos volviéramos a hallar.
Un juego cruel de la vida, pero no menos tentador, 
para los imprevistos que nos incitan arriesgar.
Porque así como el amor es ciego; el corazón es aventurero,
y en cada vuelta que nos creímos lejanos, estábamos más cerca que nunca.
Éramos uno, pero en un tiempo equivocado.
Y mira que todo da vueltas, pero sin embargo nunca 
nos mareamos y caímos —como hacen los niños al jugar—,
Siempre nos mantuvimos firmes, mirándonos sin en realidad mirarnos.
Hasta que finalmente la vida urdía una vez más, pero esta vez para acercarnos, 
de todas maneras posibles existentes…
de una manera que no habíamos logrado antes.
Más un final, no es sino una puerta que se cierra; 
para que se descubra y aprenda que hay ventanas, 
y que ellas también se pueden abrir.

A mi amore...

Cintia V. Rifici ©

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